-No me dejes. Has dicho que no me dejarías y suplicaste que no me marchara, en tu sueño- murmura contra mis labios.
Oh.. mis confesiones nocturnas
-No quiero irme.- y mi corazón se aprieta, retorciéndose de dentro hacia afuera.
Este es un hombre necesitado. Su miedo esta desnudo y es obvio, pero esta perdido... en algún lugar dentro de su oscuridad. Puedo calmarlo. Uniendome brevemente en la oscuridad y atrayéndolo hacia la luz
No hay comentarios:
Publicar un comentario