y con eso basta para saber que es el fin de mi vida social
(o mi vida en si).
Felicidad y terror en enormes e iguales proporciones
viernes, 15 de agosto de 2014
Yo soy el coco,
eso es lo que soy,
y he venido para ver
que podía hacerte...
Ahora agárrame del brazo. Agárrame fuerte. Vamos hacia lugares tenebrosos, pero creo conocer el camino. De todos modos, no sueltes mi brazo. Y si recibes un beso en la oscuridad, no te alteres:
La realidad me golpea y la soledad me abraza una vez más. De vez en cuando me encuentro en una situación que me hace replantear todo, produciendo un cambio profundo con el cual no hay vuelta atrás, pero sólo para estar segura, necesito escribirlo, así aclaro mis ideas y quizás reforzarlas. Simplemente lo voy a decir: Al demonio todos. No voy a invertir más mi tiempo ni mis sentimientos en personas que no hacen lo mismo por mi, o le otorgan escaso valor. Siempre dejando las cosas pasar, entendiendo a todos sin atreverme a pensar mal de nadie... y al mismo tiempo odio molestarme por ésto, porque no es que sea yo una víctima ni haya precisamente un criminal, pero parece que estoy "entregada por demás". Es esa maldita idea masoquista de que si no duele no sirve... ¡y me gusta! me gusta que cueste, porque es lo que le da ese valor, que si fuera fácil de conseguir no tendría, él desafío... pero todo tiene un límite y ya no voy a poner a nadie por encima de mi.
miércoles, 6 de agosto de 2014
Aunque trates de aguantar, eventualmente todo termina saliendo.