Lilith, aquella que surgió al mismo tiempo que Adán de las manos del Creador es, según el mito, una criatura espontánea y libre, de fascinante belleza, que posteriormente se convirtió en un ente maléfico.
Adán y Lilith nunca hallaron armonía juntos, pues cuando él deseaba tener relaciones sexuales quería estar arriba, pero ella se negó "Fuimos creados iguales, y entonces debemos hacerlo en posiciones iguales". Adán trató de obligarla a obedecer, pero Lilith no quizo hacerle caso a la orden de sumisión que le impusieron; pensaba que era igual a su marido, que tenía los mismos derechos que él porque habían sido creados con el mismo barro, no se sentía inferior, ni débil, ni dependiente. Era una mujer íntegra y como tal quería gozar, al igual que Adán, de la vida y de todo lo que ésta implicaba, incluidos la sexualidad y el erotismo.
Cansada de que Dios no atendiera sus reivindicaciones, decidió abandonar el Paraíso, antes que someterse y renunciar a sí misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario