Las cicatrices nos enseñan que el pasado fue real.

Si no fuera por las cicatrices me costaría creerlo, y no me refiero a cicatrices sólo físicas, también emosionales, por ejemplo al ver una foto vieja y notar como cambió todo y no va a volver a ser como antes, quizás para bien, quizás para mal o ninguna, simplemente cambió y ya está. Pero la cosa es cómo te sentís al ver eso, te dá una especie nostalgia, te ves feliz entre un grupo de gente con la que diariamente compartías tu vida y hacias tonterias... para después volver al presente, donde con suerte los ves, pero ya practicamente son extraños, no compartís nada con ellos, siendo que antes anciabas verlos y poder contarles tus cosas, ahora si los saludas es un milagro.
Quisieras volver a eso, a lo de antes, porque seguramente lo extrañes, pero a la vez no te queres despegar de tu presente, donde sos feliz junto a otras personas, donde son otras personas las que te escuchan, pero pensar en como cambian las cosas te produce algo, ahí es donde se nota que hay una cicatriz.