-Pero, ¿qué es lo que le pasa? ¿es que se ha pinchado un dedo?
-¡No me lo he pinchado aún- gritó la reina- pero me lo voy a pinchar muy pronto, ay, ay, ay, ay!
-¡Cuidado!- le gritó Alicia- ¡que lo está agarrando por el lado que no es!- Y quiso ponérselo bien, pero ya era demasiado tarde: se había abierto el gancho y la Reina se pinchaba el dedo con la aguja.
- Eso explica que sangrara antes- le dijo a Alicia con una sonrisa- Ahora ya sabes como suceden las cosas por aquí.
- Pero, ¿y por qué no grita de dolor ahora?- le preguntó Alicia
-¿Para qué?, si ya me estuve quejando antes todo lo que quería- contestó la Reina- ¿De que me serviría hacerlo ahora todo de nuevo?
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